Ok, pasó denuevo, me sulfuré nuevamente.
- El escenario: la oficina
- Los personales: Dibujante buena onda, jefe locanoasumida, dibujante nuevo (y hasta ahora buen gallo) y, obvio, el Leso.
Estaba el Leso ensimismado trabajando en su computador y sin pescar a nadie cuando cacha que jefelocanoasumida está hablando algo, que a alguien le preguntaron (algún dirigente de fútbol tal vez?) por el mundial gay de fútbol que van a hacer en Argentina (primera noticia que tengo) y se larga hueveando que cómo van a ser esos partidos, que puras locas con tutú y a puro arañazo, luego sigue con un compañero que tuvo en la universidad al que hueveaban, etc, etc.
El Leso mantuvo el aplomo y simplemente se mordió la lengua y las ganas de darse vuelta y echarle la caballería encima, preguntándole por su querido tío activista gay, a ver qué dice al respecto, pero me contuve, mal que mal es mi jefe y no puedo ser tan desubicado. Igual me tenía con la mierda altísima.
Pero el Leso ni sospechaba que la cosa se iba a poner más interesante! No señor! Ahí sale el nuevo dibujante acotando que a él le daría mucha lata que un hijo le saliera homosexual, que preferiría tener un hijo enfermo (down) a un hijo homosexual... eso fue mucho para el Leso, en camara lenta (por lo menos así lo recuerdo) y con mirada asesina se da vuelta para mirar al que, hasta ese instante, contaba con su simpatía y encararlo pero no alcanza a decir más que un “Qué dijiste?!” cuando Dibujante-buena onda lo empieza a atacar con que cómo se le ocurre, que tiene que ser padre para darse cuenta que eso no importa, que a un hijo se le quiere como sea que él sea, etc, etc, que para él sería mucho más terrible que su hijo se metiera a cura pero jamás se complicaría por que fuera gay y lo apoyaría y querría como siempre.
¿Salvado por la campana? O mejor dicho por la intervención del dibujante buena onda, porque la pará de carros que le hubiera llegado al otro simplemente me hubiera dejado más que en evidencia o, quién sabe, quizás se la hubiera largado a todos ellos de una para que se dejaran de hueás y si querían seguir que fueran frontales y me lo dijeran a la cara.
Haciendo uso del poco raciocinio que me quedaba a flote entre tanta rabia y mierda, me paré y me fui a dar una vuelta al baño, no para llorar, sino para enfriarme y no agarrarlos cuando menos a chuchadas. Al volver justo apareció uno de los socios a ver un tema de un plano y el tema quedó ahí. Yo opté por enchufarme mis audífonos y poner música a todo chancho para ni siquiera escuchar un murmullo o la voz del que fuera, sino me iba a dar la chiripiorca denuevo.
He llegado a pasarme el rollo que el dibujante buena onda me tiene cachado y que su oportuna intervención no fue casual, pero no he podido cachar ningún motivo ni señal por lo que él pudiera siquiera sospechar algo. Dejando esto de lado, puta que me cae la raja este tipo, independiente del tipo de persona, lo correcto y centrado que es él (sin considerar ni comparar con el otro par de bostas con patas)