martes, agosto 09, 2005

Santiago Alienante



Me estaba acordando de dos cosas, primero de un incidente que tuve el otro día en la calle y a raíz de eso de un episodio de Tribilín (Goofy pa' los agringados o CCHH's) en que se sale de su casa rumbo al trabajo como una persona normal y se transforma en un energúmeno al sentarse detrás del volante del auto... (Motor Manía)





El otro día cometí el terrible error de meterme por calle Encomenderos rumbo al Parque Arauco a eso de las 19:00 hrs, lo que yo suponía era el camino más expedito y corto (obviamente no lo hago nunca) se transformó en 40 minutos en dos miserables cuadras.

Si bien yo iba resignado y relajado, cantando y escuchando música, mientras el resto de los energúmenos conductores en torno mío se levantaban a bocinazos, sí me tenía alterado un idiota que iba en un furgón detrás mío y poniéndose a escasos 5 cms de mi parachoques, si intentaba alejarme un poco el idiota se adelantaba nuevamente
... ok, traté de relajarme y no hacerme mala sangre, pero...



No sé cómo, no me dí cuenta cuándo, pero me encontré transformado de un apacible (y cantor) Mr. Walker en un iracundo Mr. Wheeler, echándole la choreá al #@$&#@ del pan de molde detrás mío, ¿qué pasó? Obviamente me chocó, bueno... me topó por detrás... (no el mismo tipo de topón que hablaba del tipo que me gusta.. jeje) Pero me bajé del auto en plena Av. Vitacura a increparlo... cuando me dí cuenta me asusté, no es el tipo de reacciones que yo podría tener, menos cuando soy lo menos confrontacional posible y hasta medio cobarde, además... anda a saber con qué chucha me puedo encontrar en el otro auto. El asunto que dentro de mi transformación debo haber sido igual entre agresivo y ubicado, porque el tipo se achunchó (iban dos hueones dentro y yo, pelotudo, sólo echándoles la choreá) después del reto y llamado de atención volví dignamente a mi auto y el @##$%& guardó una respetable distancia de mi parachoques.

Realmente en esta ciudad uno se enajena, si todos fueramos respetuosos de los espacios, de los tiempos, de los turnos! qué distinta sería la vida acá, incluso yo no hubiera reaccionado de esa manera!

2 comentarios:

Imoq dijo...

No es un problema privativo de Santiago, en Cuernavaca sucede lo mismo. La gente ya no respeta cuando está al volante, no sabe manejar y es horrible, toda una aventura cada que tomas el auto para ir a cualquier lugar :S

will be dijo...

bueno, definitivamente vivo otra realidad, ando en micro, pero la violacion del espacio sucede en todos lados, incluso en la micro cuando te adueñas de un espacio para afirmarte cuando te vas de pie, y viene una señora y te pone la mano muy cerca de la tuya para que uno se corra. Cosas que pasan.